El niño quiso conocer y nadie supo responder.
El niño no encontró el cariño que el creía merecer.
Así comenzó a crecer y a desobedecer,
a aparecer frente a su almohada ebrio a cada amanecer.
El chico es mediocre y al parecer y no destaca
que hacer si cada ves mas a menudo saca sus dientes y ataca.
Si ya no es un chico tranquilo, anda demasiado rapido en el filo
y depende de un hilo muy fino.
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