Las cuatro y media quédate a dormir, está lloviendo donde vas a ir. Si ya no queda un sitio abierto en esta ciudad, anda sécate el pelo que te vas a enfriar.
Ya se que no me amas, ni yo a ti, para que me lo vas a repetir. Las palabras no son mas que un obscuro antifaz, una manera de disimular tu ansiedad. Deja el abrigo y ven, hay sitio para los dos, y
nada va a pasar que no queramos tu y yo.
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